lunes, 15 de octubre de 2012

Capítulo 11: Odiosas verdades.

Cecilia espera a que Santos se vaya y se acerca hacia Marisela, ella trata de poner cara de victima por lo ocurrido. Solo tienen que creer la historia que ella les cuente. 
-Marisela: tía, tu para mi eres como mi madre y lo sabes. 
-Cecilia: claro que si Marisela, siempre serás mi niña, o como decía Juan Primito la niña de mis ojos. 
-Marisela: tía dime todo lo que sepas de mi madre y Santos, ¿Qué ha pasado entre ellos? 
-Cecilia: nada mi niña. 
-Marisela: tu sabes...si, ¿Santos sigue pensando en Bárbara? 
-Cecilia: ai Marisela, no creo, él solo te quiere a ti. 
Cecilia prefiere callar  por el miedo a la reacción de Marisela, porque como estan las cosas es mejor guardar silencio. Marisela la conoce perfectamente y sabe cuando miente y cuando no, ahora tiene la total seguridad en que Santos y Bárbara han estado juntos a escondidas de ella. 
Cecilia se acerca a Marisela y la abraza. 
Pasado un mes. 
Marisela ha tratado por todos los medios evitar a Santos fingiendo estar realmente enferma también reteniendo a Santos a su lado. Este cada día esta más amargado, ha pensado en irse pero su tía Cecilia lo iba convenciendo diciendole que esperará una mejoría, pero ya esta harto. Santos visita la Poza muy frecuentemente y con melancolía la recuerda, pero cada día que pasa esta más convencido de hablar con Marisela e ir a buscar a Bárbara de una vez. Cecilia acabo descubriendo la verdad, pero quiere a Marisela como una hija y jamás le fallaría. Bárbara ajena a todo ha regresado en cierta forma a la vida que tenía antes de todo el altercado de Santos, visita casas hogares muy frecuentemente los niños le ablandan el corazón y la llenan de ternura.  
Cecilia acaba de llegar a Altamira, Santos esta con un semblante muy serio, no presta atención a nada, tan solo esta surmegido en sus pensamientos en Bárbara, la echa de menos, estraña su olor, el sabor de sus besos, su forma de amarlo.  
Santos necesita desahogarse. 
-Santos: tía ya lo he decidido, hoy mismo le voy a decir la verdad a Marisela. 
-Cecilia: Santos no puedes, ella no esta bien, animicamente, llora mucho, ya no es feliz. 
Lo que no sabía ninguno es que Marisela esta escondida escuchando atentamente, mira a Santos con crueldad, con odio, resentimiento experimienta dolor que nunca antes había sentido hacia nadie. Sale dejando sorprendida a Cecilia y a un Santos dispuesto a contarle toda la verdad. 
-Santos: llego el momento Marisela, llego el momento en el que tu y yo vamos a hablar con toda la verdad. 
-Marisela: contestame claramente, ¿Estuvistes con mi madre y a la vez conmigo? 
-Santos: baja tu tono y no me hagas sacar todos los trapos sucios, escuchame con atención. Estuve con tu madre porque la amo como nunca he amado a nadie, ella es la persona con la que yo quiero estar. 
-Marisela: eres un cerdo, un guarro, ¿No que me querías y que tan solo sentistes lujuria? ademas eres un desgraciado. 
-Santos: Marisela amo a tu madre, pero te recuerdo que tu me mentistes sobre algo muy importante, ¿Para que? 
-Marisela: para que no te revolcaras con ella, tienes la poca verguenza de pararte frente a mi y decirme esto. 
-Santos: es la verdad, amo a Bárbara Guaymaran y tu y yo nos vamos a divorciar. 
-Marisela: eso ni lo sueñes Santos, antes muerte que dejarte ser feliz con esa bruja. 
-Santos: no te vayas, aun tenemos que hablar, quiero que te queden bien claras las cosas. 
Marisela se voltea y le mete tres cachetadas. 
-Marisela: por sucio, guarro y por pelele. Solo te digo una última cosa Santos tu y esa mujer jamás sereis felices mientras yo lo pueda impedir y me voy a la capital, tu te quedas aquí y ni te se ocurra ir a buscar a esa mujer. 
Marisela corre como una loca, lo único que se le ocurre es eso, denunciar a su madre, tendría que comprar algunos testigos, entonces se le ocurre que el padre de Luisana es un jefe militar u algo de eso, comienza a hacer la maleta, arrumba la ropa, Cecilia entra al cuarto de Marisela.  
Bárbara, Ariadna, Sergio y Pablo comen animadamente en la casa de Bárbara, entre risas y las gracias de Pablo. Bárbara quiso aprender un poco de cocina y ella misma decidio prepararla y para ser la primera vez esta bastante bien. 
-Pablo: increíble Bárbara no nos envenenastes. 
-Bárbara: a lo mejor a tu parte le eche algo especial, no te vas a fiar nunca. 
-Pablo: bueno voy a por el postre. 
-Bárbara: ¿Qué trajistes? 
-Pablo: espera un momento. 
Pablo se levanta de la mesa, mientra Ariadna conversa con Bárbara, Pablo llega y pone una tarta de chocolate con nata sobre la mesa, Bárbara comienza a sentir unas profundas naúseas que la hacen salir corriendo hacia al baño. Ariadna preocupada va detras de ella. 
-Ariadna: ¿Estas bien? 
-Bárbara: si debi comer algo que no me sento bien. 
Bárbara sale del cuarto de baño sin darle mayor importancia y sonrie, Ariadna la mira sorprendida. 
En Altamira, Cecilia mira sorprendida y a la vez con miedo a Marisela, la ve demasiado acelerada como para cometer cualquier locura. 
-Cecilia: ¿Qué vas a hacer Marisela, a donde vas? 
-Marisela: voy a hacer lo que hace muchos años debí. 
-Cecilia: mi niña, me estas asustando. 
-Marisela: ¿Santos no defendía la civilización, la justicia y todo esto? 
-Cecilia: claro mi niña, Santos pregona lo que cree. 
-Marisela: pues entonces no tiene de que preocuparse, porque pienso refundir a Bárbara en la cárcel, voy a buscar a Luisana, como tu sabrás su padre es jefe militar con muchas influencias, voy a la capital a demandarla. Eso si civilizadamente como le gusta a Santos.  
-Cecilia: mi niña, no puedes hacer eso, a pesar de todo Bárbara esto madre. Tu eres buena, no puedes permitir que odio te ciege, no hagas nada de lo que luego te puedas arrepentir. 
-Marisela: no pienso permitir que esos dos sean felices, tía odio a esa mujer, la detesto, quiero verla en la cárcel pudriendose por mucho años.  

2 comentarios: