martes, 16 de octubre de 2012

Capítulo 16: Confía en mi.

-Bárbara: Santos sabes que si estuviera en otras circustancias todo me daría igual huiriá de la justicia, pero ahora tengo un gran motivo por el que vivir mejor, nuestro hijo. 
-Santos: pero Bárbara nuestra felicidad juntos. 
-Bárbara: Santos ya no somos nosotros dos solos. 
-Santos: bueno, lo mejor será enviarle un telegrama a mi tía Cecilia, para avisarle. 
-Bárbara: Santos no, tiene que ser de sorpresa, confia en mi. 
-Santos: también cabe la posibilidad de que ya hayan bajado la policia, porque según lo que yo estudie, cuando hay un testigo importante se pone en busca durante un período de tiempo, pero después se deja de buscar sino hay una prueba irrevocable. Podriamos convencer a Marisela de que quite esa demanda en tu contra. 
-Bárbara: eres demasiado ingenuo Santos, no es tan fácil. 
-Santos: pero...Bárbara. 
Bárbara mira a Santos, no puede decirle lo que piensa hacer, pero es la única solución que tiene, no puede permitir que la encarcelen pero tampoco condenar a nadie a una vida de este tipo.  
-Bárbara: vale intentaremos convencerla, primero hablarás tu. 
-Santos: ¿Y este cambio de idea? 
-Bárbara: tu has dicho que no habría tanta vigilancia, pues yasta volvemos al Arauca. 
Marisela esta totalmente amargada, hoy le pidieron unas pruebas que no tiene para poder seguir con las investigaciones, le dieron una semana para encontrarlas sino dejarían de buscar. Tiene que inventarse algo, no puede permitir que esten felices y juntos. Tira todos los objetos de su alrededor, con rabia, parte en añicos una bola de cristal. Cecilia llega hasta Marisela, cuando la ve la abraza tratando de calmarla. 
-Marisela: ¿Quiéres que me tranquilice?, Bárbara me lo quito todo, la felicidad junto a Santos, nada más nacer me dejo tirada como un animal dejandome a mi suerte, me arrebata el amor de Santos, me quita la Barquereña, trata de convertir mi vida en un infierno, la odio, la odio, la odio.  
-Cecilia: tu no eres a si mi niña, te tienes que olvidar de todo eso que tanto daño te hace. Deja ser feliz a Santos mi niña, amar a alguien es siempre querer su felicidad, aunque no sea a tu lado. No te hagas más daño. 
-Marisela: ¿Dejarlo ser feliz con esa mujer? no tía, esa mujer es una perra que no se merece nada más que el sufrimiento y la infelicidad. Me los imagino revolcandose y siento tanto asco, ganas de matar a esa mujer. 
-Cecilia: me das miedo Marisela, ya no eres la misma, tu jamás hubieras echo daño ni a una simple mosca. 
-Marisela: esa mujer hizo que yo cambiará. Lo único que me haría dejarla en paz, es recuperando a Santos. 
Mientras... 
-Bárbara: Santos, mi amor, quiero que sepas, que pase lo que pase, diga lo que diga u haga lo que haga, yo te amo y te amaré hasta mi último suspiro el resto de mis días Santos, tenlo claro y aunque las circustancias sean las peores nunca dudes de que te amo. Pase lo que pase, porque este amor jamás lo podría sacar de mi cabeza.  
-Santos: acercate a mi, que quiero decirte una cosa. 
Bárbara se acerca y Santos sonrie. 
-Santos: te amo Bárbara, siempre te pertenecerá mi amor. 
-Bárbara: te amo Santos. 
Y se funden en un bonito beso, marcado de sentimientos encontrados, los dos disfrutan con cada beso que se dan, porque el amor es eso disfrutar con tal solo detalles, besos, caricias, abrazos, te quieros y te amos. 
El beso se va intesificando cada vez más, esos besos pasan a caricias, a ropa en el suelo y a dos personas amandose bajo la luz de la luna llena. 
Cecilia no puede dejar de mirar a Marisela quisiera darle consulo pero no encuentra unas palabras como para quitarles los resentimientos y el odio que tiene guardado en su corazón. 
-Cecilia: ¿Qué vas a hacer? 
-Marisela: esperar hasta que Santos vuelva porque tarde o temprano volverá. 
-Cecilia: pero si estan buscando a Bárbara.. 
-Marisela: en una semana se paran las investigaciones porque no tengo pruebas. 
-Cecilia: mi niña, lo mejor es que te olvides de todo.  
-Marisela: a esa mujer se la tengo jurada tía. 
Pablo ha estado muy preocupado por Bárbara, vi esos carteles por todos lados, la estan buscando. Ella se fue sin tan si quiera decirle nada, por una parte esto le decepciona ya que para el era como su hermana, aunque siempre había sentido un poco más de lo que ella sentía por él. Más que un amor de hermano. Ariadna interumpe asustando a Pablo que para nada se la esperaba. Ella trae también una cara un tanto preocupada. 
-Pablo: ¿Qué pasa?
-Arianda: tu estas peor que yo. 
-Pablo: estoy preocupado. 
-Ariadna: ¿Por Bárbara, no? 
-Pablo: si, aunque se que ella se las apañara para salir adelante con todo lo que se cruce por su camino. 
-Ariadna: aunque la va a ser un poco más difícil, por el embarazo. 
-Pablo: ¿Embarazada? 
-Ariadna: si porque una vez en mi presencia se desmayo y el día de la comida tenía naúseas. 
Santos le toca la barriga Bárbara, ambos se miran dulcemente y sonrien. 

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