domingo, 21 de octubre de 2012

Capítulo 27: ¿Suicidio?

-Marisela: ¿Y tu que puedes saber? 
-Javier: tu mirada. 
Javier se distancia de Marisela, ella lo coge de las piernas. 
-Marisela: perdóname por todo. 
-Javier: no tengo que perdonarte, porque tu no eres nada mío. 
-Marisela: me he dado cuenta de que te quiero. 
-Javier: a veces es demasiado tarde... 
Javier se va dejandola tirada y llorando desconsoladamente. 
-Marisela: no tengo nada... 
Santos sonríe por fin puede decirle al mundo la verdad. 
-Cecilia: nunca te había visto tan contento. 
-Santos: es que es imposible no sentirse a si, la mujer que amo me va a dar un hijo. 
-Cecilia: me alegro mucho por ti, ambos os mereceis ser felices. 
Pablo sale fuera de su cuarto, escucho todos los gritos. Mira extraño a Santos. 
-Pablo: ¿Dónde esta Bárbara? 
-Santos: esta durmiendo. 
-Pablo: Santos no seas tan seco, para mi Bárbara es una amiga. 
-Santos: es que no lo puedo evitar. 
Metida la noche.... Cecilia se desahaga con Antonio, él la abraza fuertemente. 
-Cecilia: no me creí capaz, pero... 
-Antonio: mi amor, hiciste lo que tenías que hacer. 
-Cecilia: me dolió, pero a Bárbara tuvo que dolerle más. 
-Antonio: bueno pero tiene a Santos y a ese próximo bebé. 
-Cecilia: ¿Tu ya lo sabías? 
-Antonio: me lo dijo Santos, pero por lo que veo tu también lo sabes. 
-Cecilia: a mi también me lo dijo Santos. Ojala llegue la calma y todo vuelva a su cauce. 
Antonio mira a Cecilia, la besa. 
-Cecilia: Te amo. 
-Antonio: ven aquí mi Mariposa. 
Santos se echa sobre la cama, admira a Bárbara, ella no ha podido conciliar el sueño, Santos la acaricia y ella abre los ojos, él la abraza inmediatamente. 
-Santos: mi Bárbara. 
-Bárbara: Santos gracias por estar aquí conmigo. 
-Santos: Bárbara te amo, jamás te dejaré sola, nunca. Escuchalo bien, nunca. 
-Bárbara: ¿De verdad? 
-Santos: mírame a los ojos. Bárbara te amo más que a nada en este mundo, nadie podría arrebatarme este amor, porque tu eres mi motivo de vivir, solo tú. Y te voy a apoyar siempre, aunque tu no quieras. 
-Bárbara: te amo. 
Santos la abraza fuertemente. 
-Santos: se que no es fácil especialmente para ti, pero piensa en que mañana saldrá el sol, se puede empezar de nuevo. 
-Bárbara: ¿Dónde esta Marisela, en Altamira? 
-Santos: no lo sé, pero no hablemos de ella, que te pones mal. Dejame estar aquí contigo quiere dormir abrazado a ti, respirando tu aroma. 
Santos besa a Bárbara. 
Bárbara se refugia en los brazos de Santos, consigue conciliar el sueño. Él la observa domidita cuidando su sueño y le sale una de esas sonrisitas, que no se pueden controlar, que salen de felicidad.  
Bárbara se despierta muy temprano, quiere estar sola, lo necesita, coge su caballo aun sabiendo que no es del todo conveniente. 
Marisela esta llena de arena, observa el tremedal, solo quiere quitarse la vida, se mete poco a poco, ya casi le cubre medio cuerpo, Bárbara la ve y no lo duda sigue los instintos de su corazón. Se acerca coge una cuerda. 
-Bárbara: Marisela, cogete, no lo hagas, no cometas esta estupidez. 
-Marisela: no me sirve de nada vivir, vete de aquí. 
-Bárbara: no, no podría cargar en mi conciencia la muerte de mi hija. 
-Marisela: nunca te he importado. 
-Bárbara: una vez me salvastes tu a mi. 
A Marisela le queda poco para hundirse, Bárbara la coge de la mano y sorprendentemente Marisela la arroja dentro. Marisela agarra la cuerda que Bárbara trajo y sale afuera. Una vez fuera coge la cuerda para que Bárbara no pueda salir. 
-Marisela: ahora si, muérete maldita. 
Marisela coge el caballo de Bárbara y se va. 
Santos esta muy extrañado al no ver a Bárbara, siente que algo malo le puede estar pasando. Coge el caballo y sale corriendo. Bárbara trata de salir por si sola, pero no puede, empieza a llorar, se toca el vientre horrorizada, cuando alguien la coge de la mano sacandola. 
-Santos: Bárbara mi amor. 
Marisela sonrie cree a ver conseguido lo que tanto quería, se dirige a Altamira va a coger todo el dinero, tiene que huir. 
Santos saca a Bárbara y la besa. 
-Bárbara: mi amor, llegaste. 
Bárbara pierde el conocimiento... 
-Santos: Bárbara reacciona, Bárbara. 

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