Capítulo 15: Siempre contigo.

-Bárbara: pero no es tan fácil. 
-Santos: mi amor, escuchame, estoy contigo, ese bebé va a ser el más dichoso de todos. 
-Bárbara: ¿Tanto te gustaría ser papá? 
-Santos: Bárbara es que me imagino un hijo de los dos y me muero de la felicidad. Mi amor me haces tan feliz, ven aquí. 
Santos se acerca más a más Bárbara atrapandola y la besa pasionalmente. 
-Santos: sabes..., me tienes atontado, loco, me nublas los sentidos. 
-Bárbara: pues ya era hora, de que fueras tu el que me alagara, ¿Cómo debe de ser? 
-Santos: tampoco a si señorita Guaymaran de Luzardo. 
-Bárbara: ¿De Luzardo? 
-Santos: si de Luzardo. 
-Bárbara: bueno... no estamos casados ni nada por el estilo. 
-Santos: no es necesario el matrimonio como para pertencer en cuerpo y alma a una persona. 
-Bárbara: ven aquí mi Santos, que hoy me apetece comerte a besos, caricias...
-Santos: a mi me apetece devorarte señora Guaymaran. 
Bárbara se rie, Santos la besa, reacostandola en la cama. 

Ropas ya en el suelo, Santos desliza su mano por el cuerpo desnudo de Santos, Bárbara lo besa con pasión, unidos, sin nada que los pueda separar, se entregan el uno al otro, con un deseo interminable. 
Marisela acaba de llegar a Altamira tiene que pensar algo para atraer a Santos y Bárbara hacia ella, tiene una loca idea que cree que puede hacerlos regresar, pero tiene que meditarlo muy bien. Provocar fuego en La barquereña, no cree que Bárbara este dispuesta a perder su hacienda. El problema es que tiene que saberlo de algún metodo. 
Santos admira la belleza de Bárbara. Ella despierta y lo abraza. 
-Santos: tengo un problema contigo Bárbara. 
-Bárbara: ¿Qué pasa Santos? 
-Santos: que soy adicto a ti, a tus besos y a nuestras noches, a tu olor, esa fragancia. 
Bárbara lo besa.  
-Bárbara: ¿Sabes lo que más me gusta de ti?
-Santos: ¿El que? 
-Bárbara: nada. 
Santos la coge y la hace reir. 
-Bárbara: es que yo no soy tan romántica como tu. Pero hay algo que me encanta de ti. 
-Santos: estas echa una mentirosa de cuidado. 
Al día siguiente, Bárbara mira a Santos y siente culpabilidad por tener que vivir a si escapandose. 
-Bárbara: Santos esto no es justo. Tu no tendrías que estar huyendo. 
-Santos: ¿Y te parece justo condenarme a vivir sin ti? 
-Bárbara: Santos, no es necesario, escúchame, tenemos que volver al Arauca. Es mejor enfrentar las cosas, yo no permitiré que me cogan.  
-Santos: Bárbara. 
-Bárbara: ¿De verdad me amas tanto como dices? ¿Estarías dispuesto ha seguir arriesgandote por mi, a aceptar lo que yo te pida? 
-Santos: por ti sería capaz de hacer miles de locuras. 
-Bárbara: pues esta más claro que nunca tenemos que regresar y no solo por ti sino por nuestro hijo, que no merece tener que vivir escapandose de nadie ni de nadie. 
-Santos: pero mi amor, si llegas te encarcelaran, de eso estoy seguro. 
-Bárbara: iremos a Altamira en la noche sin que nadie nos vea y hablaremos con Marisela. 
-Santos: Bárbara dime todo lo que estas pensando. 
-Bárbara: solo confia en mi, pero vamonos ya. 

Santos la coge de la mano y la mira cálidamente. 
-Santos: por ti sería capaz de todo, solo te pido algo, no me obliges a vivir sin ti.