sábado, 13 de octubre de 2012

Capítulo 4: Fuego, pasión y traición.

Se besan con tanta pasión y deseo indescriptible, pero Bárbara tiene un flashback, Santos le dice que ama a su hija, Bárbara deja de besar a Santos y le pega una cachetada. Él la mira totalmente alucinado no se esperaba para nada lo más mínimo. 
-Bárbara: ¿Querías burlarte de mi, venir de machito? Santos Luzardo eres un cerdo y yo no voy a permitir que me vengas con suplicas para burlarte de mi. 
Santos le coge la mano a Bárbara, ella lo rechaza y se aleja de él.  
-Santos: yo no me quiero burlar de ti, se que soy un cerdo lo se Bárbara. Yo he tratado de no pensar en ti desde que te fuistes, pero eso es como pedirle a un corazón que deje de latir involuntariamente, no puedo. Se que fui y soy el peor de los hombres, yo siempre te ame Bárbara. Es cierto que vi a te veía en ti a Marisela y se que es una comparación mezquina.. 
-Bárbara: no necesito escucharte, no te creo ni una sola palabra. 
-Santos: Bárbara no tengo porque mentirte, desde que estoy casado con tu hija no he echo otra cosa que echarte de menos. Aunque nos vieras felices y contentos, es mentira, yo no la amo. Yo te quiero a ti. 
Santos se vuelve a acercar hacia Bárbara, ella lo mira profundamente queriéndo ver en su mirada un gesto de sinceridad y lo cree aunque no quiere. 
-Bárbara: si, Santos, ¿Y qué pretendes acostarte con la madre de tu esposa, eso pretendes? 
-Santos: Bárbara no es simplemente acostarme, es entregarme con amor, porque yo te amo. Y respecto a Marisela, yo he pensado muchas veces en pedirle el divorcio, pero veía resignado a no verte nunca más. 
-Bárbara: ¿No te acuerdas de aquel día en el que me dijistes que solo sentías por mi lujuria?, no sera eso, que te quieras acostar conmigo, para ver lo machito que eres. 
-Santos: no Bárbara Guaymaran y lo sabes, yo nunca he tratado de hacer machito, que me vuelves loco es totalmente cierto, pero no hablo de lujuria sino de sentimientos. 
-Bárbara: porfavor callate, dejemos las cosas a si. No hagas que saque lo peor de mi. 
-Santos: solo hay una manera de callarme. 
Santos se aproxima más y más al cuerpo de Bárbara, ella lo mira desafiante aunque en el fondo se esta muriendo por ser suya, Santos besa a Bárbara, pero ella se vuelve a alejar y le mete otra cachetada. 
-Bárbara: ¿A quién pedistes permiso para besarme? eso lo decido yo, no tu. 
Y ahora es ella quién lo besa, como un fuego que poco a poco se extiende en la que sus ropas están de más. 

Él la toma en brazos, ella lo arroja a la cama, arrancándole cada botón de su camisa, la lengua de Bárbara se desliza por el torso de él, el le quita su prenda superior, arden como el fuego cuando se unen. Santos acaricia con deseo cada milímetro del cuerpo de Bárbara, ella se pone sobre él y le araña su espalda.

Santos acaricia la cara de Bárbara.

Santos: te amo Bárbara. Mi Bárbara.

Bárbara: besame mi amor. 

Santos: te pertenezco. 

Pasa la noche en la entrega mutua de los dos, aunque el deseo no cesa en toda la noche.

A la mañana siguiente, Santos despierta y ve que no es un sueño que es con Bárbara su hembra, su mujer, con la que esta acostado y la mira, se ve preciosa y la abraza, ella comienza a despertar, al principio un poco asustada al ver a Santos aquí, pero al instante reacciona.

-Bárbara: vete de aquí, lo que paso esta noche fue el peor error de mi vida, vete Santos, no te quiero volver a ver.

-Santos: Bárbara no me puedes decir esto, yo soy tu hombre, tu me sigues amando, yo se que lo de ayer fue mucho más importante de los que los dos hubiesemos querido. 

-Bárbara: estas casado con mi hija, que ahora estará en el hotel preguntadose donde estas. Cuando llegues le dices que ha pasado toda la noche conmigo, a ver con que cara. Pero no seas tan mezquino como para mentirle.  Bárbara va a coger la pistola, le apunta a Santos.

-Santos: no lo harías, porque me amas y no lo niegues.

-Bárbara: vete, te juro que si no te vas te pego un tiro… y nunca más te vuelvas a aparecer, poco hombre, pelele.

-Santos: te amo y volveré.

-Bárbara: que no se te ocurra, porque te juro que no sales vivo. 

-Santos: tu me amas tanto como yo a ti y se que ahora al que le toca demostrar es a mi. 
-Bárbara: ni te se ocurra hacer daño a Marisela, que ya le toco bastante conmigo. Olvidate de todo y sal de aquí ya.

Bárbara se echa a la cama, volvió a sentirse mujer, Santos le dio toda la vida que le quito el día que le dijo que amaba a su hija, pero no puede volver a hacerle eso a Marisela, no puede quitarle el amor de su vida. Nunca se había sentido tan débil ante ninguna situación, pero no puede resistirse, a pesar de estos 2 años, de que esta con su hija y a pesar de si misma lo ama y más que a su propia vida. 

Santos siente rabia por no poder estar con Bárbara, ve mucha firmeza en sus palabras, pero él era el único capaz de domar a su fiera, llega a la habitación y una mirada de Marisela lo parte en dos.

-Marisela: ¿Dónde has estado?, ¿Con quien?.

Santos la mira con culpabilidad aunque no se arrepiente de lo que ha hecho. 

Y se siente él mayor de los cobardes, pero Bárbara le dijo que si le hacia daño a su hija de nuevo eso si que no se lo perdonaría. Y la que menos culpa tiene es ella. 

-Santos: fui a dar una vuelta y solo.

-Marisela: ¿No me mientes, verdad?

-Santos: Marisela, ¿Cómo quieres que vayamos bien si desconfias de todo lo que te digo?

-Marisela: tienes razón, pero es que ayer me dieron muchos celos cuando te vi con Bárbara.

 

Santos: no llores y por favor no discutamos.

Marisela: ¿Cuándo volvemos a Altamira?

-Santos: pues no se, yo tengo muchas faenas que hacer, pero me apetece quedarme aquí contigo.

-Marisela: si me quieres, mañana nos vamos. 

CONTINUARÁ.



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