martes, 23 de octubre de 2012

Capítulo 30: Refugio.

Marisela esta muy pálida, Bárbara no para de llorar y sin decirle nada a nadie, se va de alli a la Iglesia una vez alli.. 
-Bárbara: no te la lleves, vengo a pedirte un poco de felicidad a mi hija, no permitar que se vaya de este mundo que solo le ha dado sufrimientos. No permitas que se vaya, fui la peor madre de todas jamás me la mereci. Haz que cambie que vuelva a ser esa mujer inocente y buena, no permitas que se vaya, tengo que pedirle perdón, dame la oportunidad. 
Santos busca a Bárbara como un loco, ella ni avisa, se va sin decirle nada, cuando la ve entrar. 
-Santos: mi amor, ¿Dónde estabas? 
-Bárbara: fui a la Iglesia. 
El doctor sale con muy mala cara. 
-Bárbara: ¿Qué pasa? 
-Doctor: Marisela necesita unos aparatos que aquí no tenemos. 
-Bárbara: ¿Podríamos transportarla? 
-Doctor: sería muy peligroso, pero debido a que aquí jamás podría mejorar... 
-Bárbara: nos vamos mañana mismo. 
Bárbara no despega del lado de Marisela ni un solo instante, Santos va a avisar a todos de lo que paso. 
-Santos: tía Marisela esta muy mal, esta en coma. 
-Cecilia: ¿Cómo que paso? 
Antonio y Cecilia se asombran. 
-Santos: por lo visto se callo del caballo golpeandose la cabeza fuertemente y se desangro o algo a si. Pero... Bárbara quiere llevarla a la capital. 
-Cecilia: ¿Se puede? 
-Santos: debido a la gravedad, venía a avisaros, porque me voy a ir junto a Bárbara. 
-Cecilia: nosotros iremos con vosotros. 
-Antonio: si no podemos dejaros solos. 
Pasados dos días, Bárbara interno a Marisela en el mejor hospital, no le dan ninguna esperanza. Cecilia, Antonio, Pablo, Santos y Bárbara.
-Cecilia: Bárbara tienes que comer. 
-Bárbara: no puede, es que veo a Marisela a si y ... se me parte el alma. 
Cecilia abraza a Bárbara. 
-Cecilia: tenemos que ser fuertes, sabes ahora si se que has cambiado. 
-Bárbara: yo creo que esto me ha ayudado mucho. 
-Santos: Bárbara come, piensa en nuestro hijo. 
Pasados unas horas, Santos y Bárbara ya estan en la habitación del hotel, Santos la abraza con mucha fuerza.
-Santos: mi amor, tienes que ser fuerte, ahora más que nunca. Sabes estoy tan orgulloso de ti. 
-Bárbara: Santos tengo miedo, de que Marisela se muera sin poderle pedir perdón... 
-Santos: Bárbara no quiero que te eches toda la culpa, recuerda lo del tremedal... 
-Bárbara: por favor abrázame fuerte. 
Santos la abraza. Bárbara lo besa, caen algunas lagrimas sobre el rostro de Bárbara. 
-Santos: Bárbara quiero que tengas claro que voy a estar para las buenas, las malas y las peores. Porque tu eres mi motivo de vivir. 
-Bárbara: gracias Santos, gracias por sostenerme, porque sin ti yo no sería nada. 
-Santos: él que no sería nada sin ti, sería yo. Bárbara tu puedes con todo y no me digas como pero se que Marisela y tu os pedireis perdón. 
-Bárbara: ¿Nunca la vas a perdonar? 
-Santos: no es que no la perdone, pero no olvido. Le tenía un cariño que ... 
-Bárbara: lo mejor es olvidar el pasado. 
-Santos: y vivir el presente y ese futuro junto a nuestro hijo. 
Santos le toca la barriga a Bárbara. 
-Bárbara: sabes en mi primer embarazo con más de tres meses como tengo no se me notaba nada y ahora sin embarago se me nota un poco. 
-Santos: ¿Sabes que? 
-Bárbara: ¿Qué pasa? 
-Santos: que te amo. 
Santos besa a Bárbara y después la abraza, ella intenta dormir refugiada en los brazos de Santos. Se pregunta si algún día alcanzará la felicidad plena. 

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