-Cecilia: mi niña, tuvistes un mareo, debio de ser la presión o algo.
-Doctor: por si acaso lo mejor es que coja unas muestras de sangre para
ver con detenimiento el porque.
Santos observa la escena, se siente culpabilidad, tiene que hablar con ella, no puede provocar más daño. Marisela lo llama, es se acerca a ella, Marisela lo abraza hasta quedarse dormida entre sus brazos.
Bárbara huele las rosas una y otra vez, por una parte las quiere romper porque sabe que en este momento el debe estar con ella. Se le revuelve todo su interior nada más que con el pensamiento de esto.
Pasada una semana.
Santos esta inquieto o sabría
si Marisela esta embarazada, no quiere, porque sabe que Bárbara lo odiaría de
por vida.
Bárbara recorre la casa de
arriba abajo, echa de menos cabalgar a caballo, ella de menos el llano, ponerse
su antigua ropa, si, le gustaba todo esto pero ya no quiere ser Doña Bárbara,
por lo menos no la misma de antes.
Marisela y Cecilia hablan
animadamente.
-Cecilia: ya veras que sí mi
niña, yo pienso que esto es lo más os podía a unir.
-Marisela: ojalá tía, me
gustaría tanto tener una bebé entre mis brazos, mi bebé.
Llega Antonio con los
resultados cerrados, Marisela los coge y los abre rápidamente.
-Marisela: tía, estoy
embarazada, ahí que alegría, embaraza.
Santos se acerca…
-Marisela: Santos vamos a tener
un bebé.
Marisela se tira a los brazos
de Santos que recibe la noticia con cierta amargura.
Lo primero que hace Marisela es ir al pueblo para mandarle un telegrama a Bárbara citandola.
Al cabo de dos días.
Santos cada vez que se siente
triste, se refugia en los lugares los cuales frecuentaba con Bárbara, le
hubiera gustado tener un hijo con ella.
Al cabo de unas horas, Bárbara abre el sobre muy rápido esta muy extrañada al principio duda si ir o no, pero se decantanta por la primera opción, decide citar a Pablo y Ariadna para contarles.
-Marisela: le envie un
telegrama a Bárbara.
-Santos: ¿Y qué le dijistes?
-Marisela: que venga aquí.
Santos se queda bocabierto
aunque la idea de ver a Bárbara le gusta, pero sabe que cuando vea que Marisela
esta embarazada lo va a odiar más todavía.
Pasados unos 3 días…
Bárbara ha comprado un caballo recientemente, cabalga con mucha rapidez, se siente libre al hacerlo, incluso se ha vuelto a vestir como antes, aunque interiormente ya no es igual, corre con su pelo suelto agitado por el viento y con una gran sonrisa. Se siente libre al cabalgar, mira el paisaje de su alrededor un mar de recuerdos inundan su mente, aquí fue la más desgraciada pero también la más dichosa junto a Santos.
Llega pronto a Altamira, se cree preparada para cualquier noticia y sorpresa. Cuando llega Marisela casi se abalanza sobre ella.
-Marisela: mamá estoy embarazada.
Bárbara se queda inmóvil. Sin saber como reaccionar ante semejante noticia.
Continuará...
No hay comentarios:
Publicar un comentario