sábado, 13 de octubre de 2012

Capítulo 5: Imposible, suposiciones.

Santos no quiere irse, porque eso significaría alejarse de Bárbara. Tampoco se ve capacitado como para contarle todo a Marisela sin que Bárbara lo mate al enterarse.
-Santos: yo no quiero irme, tengo varias cosas que ver aún.
-Marisela: o mejor dicho tienes que ver a una persona en concreto, Santo si no quieres más problemas vamonos.
-Santos: mira ya me da igual, la niñita quiere que nos vayamos pues nos iremos.
-Marisela: eres un estúpido.
-Santos: entonces...¿Porque no te divorcias de mi y dejas de armar tanto jaleo?
Marisela se hunde ante el comentario de Santos, ante esa preposición que ella jamás se había propuesto, porque a pesar de todos los problemas sigue enamorada de él tanto como el primer día y no puede dejarlo escapar de su lado. Marisela se tira a la cama y se echa a llorar, Santos esta inmóvil es como una niña que siempre tiene que hacer lo que le convenga a pesar de los demas.

Bárbara esta inquieta, recorre toda la casa, pero vuelve a entrar a la habitación. Se acuesta en la cama, la cual ella y Santos ayer compartieron. Su Santos, acaricia las sabanas, queriendo volver a sentir todo lo de ayer, sentirse tan plena, algo que tan solo él era capaz.                                                                                 Pablo entra sin que Bárbara se percate ya que las puertas de la casa estaban abiertas de par en par, se acerca por el otro lateral para que ella no se de cuenta de su preciosa y le da un pico, Bárbara se asusta al verlo y le pega una cachetada, el comienza a reirse.                                                                                                        -Bárbara: ¿Pero que estas haciendo?

-Pablo: despertarte con un beso de príncipe.

-Bárbara: mira Pablo yo con estas cosas no juego y pa mi los hombres no existen.

-Pablo: a ver Bárbara, tu no puedes estar a si por un simple beso, a ti te pasa algo más.

-Bárbara. A mi nada, pero conmigo no jueges a los besitos.

-Pablo: que poca confianza me tienes Bárbara.

-Bárbara: ay no es eso, ¿Poca confianza? Eres el único que conoce todo mi pasado, ¿Qué más quieres?

-Pablo: que me digas la verdad.

-Bárbara: bueno ya pero cállate y esto a la tumba si no te enseño una amiga que tengo guardada. 

En otro lugar Marisela y Santos esperar para coger el avión, el trata de evitar mirarla, ella hace como que nada ha pasado, que nunca hubo la proposición de divorcio ni tantas discusiones. 

-Marisela: ¿A ti te gustaría que yo volviera a quedar embarazada? 
Santos esta ajeno a sus palabras, solo piensa en ella, piensa en la cara que pondra al recibir el ramo de rosas. No se puede quitar el sabor de Bárbara, ese fuego que no se consume y que nunca lo hará. Marisela capta su atención hasta que lo hace reaccionar. 
-Santos: ¿Me decías algo? 
-Marisela: ni si quiera me atiendes, te decía, ¿Que si te gustaría que yo volviera a quedar embarazada? 
-Santos: es muy pronto, ademas en la situación en la que estamos ... 
-Marisela: ya me queda claro que no quieres nada que nos ate de por vida. 
-Santos: Marisela no empecemos de nuevo. 
-Marisela: el problema es tuyo no mío que desde que vistes a Bárbara estas mucho peor. 
Marisela y Santos no cruzan palabras en todo el recorrido, aun estando a dos centímetros de separación. Marisela esta harta de la situación le gustaría tener algo para hacerlo reaccionar y lo único que se le ocurre es quedar embarazada.  
Alguien traquea la puerta, Bárbara sale acelerada y Pablo la sigue, es un hombre con un gran ramo de flores que al poco se va, Pablo lo observa con mucha curiosidad. 
-Pablo: el amante, Bárbara. La tarjeta de dentro. 
Bárbara mete las manos entre las rosas y saca una tarjeta de color pasión, al abrirla reconoce la letra de Santos. 
Te lo dije anoche y te lo repito, lo único que me puede hacer dejar de amarte es que mi corazón deje de latir, ya que solo lo hace por ti. 
Te amo, Santos Luzardo. 
Pablo le arrebata la tarjeta a Bárbara que lo mira realmente cabreada. 
-Bárbara: dame la tarjeta. 
-Pablo: a cambio de que me cuentes todo lo que paso con ese Santos. 
Al cabo de un tiempo, Bárbara ya cansada acaba por reconocer la verdad. 

-Bárbara: la verdad, si, me acoste con Santos, si lo hice y si me gusto.

-Pablo: hasta que por fin sale la verdad, ya sabía que te traias algo.

-Bárbara: pero esto a nadie, esto se queda a si, no significo nada.

-Pablo: que va, solo significo que te mueres por el hombre de tu hija y que el le fue infiel a tu propia hija, por lo demás todo perfecto.

-Bárbara: aquí la culpa la tiene él, yo lo amenace con la pistola pero no me hizo caso y si se que es mi hija y que esto para gente como tu no tiene aceptación.

-Pablo: ahí te equivocas y yo te apoyo, hombre que te hayas acostado o revolcado con el hombre de tu hija…

-Bárbara: cállate ya si no quieres que te saque de aquí.

Ya en la noche, Santos y Marisela siguen sin hablarse, Cecilia y Antonio lo notan al instante, Cecilia se acerca a Marisela.

-Cecilia: ¿Cómo te lo pasastes?

-Marisela: pues ha habido de todo y me encontró con una persona…

-Cecilia: ¿Con quién?

-Marisela: tía vamos adentro, prefiero que Santo no nos escuche.

Antonio mira a Santos, el le devuelve la mirada resignado.

-Santos: ¿Cómo estas las cosas por aquí?

-Antonio: por aquí todo bien, pero por lo que veo vosotros dos estais igual o peor.

-Santos: vimos a Bárbara.Y sentí tantas cosas.

-Antonio: ¿Dónde?, ¿Qué paso?

-Santos: en la playa, estaba en bikini.

-Antonio: ¿Bárbara?

-Santos: si y estaba más hermosa si es posible.

-Antonio: ¿Paso algo más?

Marisela sigue hablando con Cecilia.

-Cecilia: no tengas esos celos, Marisela él te eligio, el se caso contigo, te prefirió antes que Bárbara, sabes sin confianza no hay nada.

-Marisela: pero la mira de una manera tía.

Cecilia sabía que a su sobrino le pasaba algo más, pero si se lo decía a Marisela tan solo la angustiaría.  

-Antonio: ¿Te acostastes con ella?

-Santos: si, fui a buscarla y pase toda la noche con ella y lo peor es que no me arrepiento de haberlo echo.

-Antonio: pero tu estas loco, no te das cuenta de la gravedad del asunto.

-Santos: se a la perfección lo que hice, pero a Bárbara no la volveré a ver.

Va anocheciendo, Marisela se encuentra muy mal, no para de discutir con Santos. 

-Marisela: Santos, cállate.

Marisela se cae a la cama, se ha desmayado, Santos avisa a Cecilia.

-Cecilia: Marisela, despierta, Santos ve a por el médico. 

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